El verdadero arte, tal como lo entendemos, prospera lejos del resplandor de la civilización. Por eso ciudades como Venecia y Riga atraen cada año a un tipo específico de visitante. Otro miembro importante de este selecto grupo es Florence. Florencia parece aislada del resto del mundo, con sus calles repletas de obras de arte, tiendas boutique y establecimientos de comida y vino. Si visitas Florencia en junio, disfrutarás de unas vacaciones con un estilo único, que recordarás durante años una vez finalizado el viaje.